No hay cosa que duela más en el alma que el maltrato de unos padres. Esos seres que Dios nos puso en el camino para que nos guíen por el bien. Te derrumba ver como te tratan sin medir sus palabras. Se dejan cegar por su manera de pensar y actuar, y no pueden ver el daño emocional que le causan a un hijo. Es doloroso sentirte desamparado, no sentir el afecto que deseas recibir de esas personas que son tus padres. No hay tormenta ni derrumbe más grande cuando se dirigen a hacia ti con palabras duras e incomprensibles.
Destroza que te traten con inferioridad, que te ofendan y desgarren el alma. Los padres son seres que están en nuestras vidas para hacernos sentir amados, son nuestros guías espirituales, nuestros consejeros, nuestros amigos, en fin, todo lo que necesitamos.
No es justo cuando te hacen sentir inútil con sus palabras. Cuando actúan contigo como si fueras una cosa y no una persona. Cuando te das cuenta que sólo quieren lo que ellos consideran que esta bien. Cuando no se ponen en tu lugar y no te recompensan cada mérito con oportunidades. Es muy duro ver que en vez de saludarte, te salgan con un regaño innecesario. Que no te brindan confianza y no te dejen salir a respirar un aire distinto.
Pero, si hay algo bueno que sacar de llevar una vida así, es ser fuerte cada día. Tener la fortaleza y el poder de pensar todo de un punto de vista superior. Te da la oportunidad de crecer maduramente desde tu interior, aunque te juzguen de ignorante toda la vida.
Vivimos en el Siglo 21 tiempos en los que dependemos sólo de nosotros mismos para ser lo que queremos ser en la vida. Lo curioso de todo esto es que a pesar de todos los cantazos recibidos, si hay alguien que tiene todo nuestro corazón, son nuestros padres.
Destroza que te traten con inferioridad, que te ofendan y desgarren el alma. Los padres son seres que están en nuestras vidas para hacernos sentir amados, son nuestros guías espirituales, nuestros consejeros, nuestros amigos, en fin, todo lo que necesitamos.
No es justo cuando te hacen sentir inútil con sus palabras. Cuando actúan contigo como si fueras una cosa y no una persona. Cuando te das cuenta que sólo quieren lo que ellos consideran que esta bien. Cuando no se ponen en tu lugar y no te recompensan cada mérito con oportunidades. Es muy duro ver que en vez de saludarte, te salgan con un regaño innecesario. Que no te brindan confianza y no te dejen salir a respirar un aire distinto.
Pero, si hay algo bueno que sacar de llevar una vida así, es ser fuerte cada día. Tener la fortaleza y el poder de pensar todo de un punto de vista superior. Te da la oportunidad de crecer maduramente desde tu interior, aunque te juzguen de ignorante toda la vida. Vivimos en el Siglo 21 tiempos en los que dependemos sólo de nosotros mismos para ser lo que queremos ser en la vida. Lo curioso de todo esto es que a pesar de todos los cantazos recibidos, si hay alguien que tiene todo nuestro corazón, son nuestros padres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario