La llave de la monotonía

Al comienzo de algo nuevo, todo se vuelve mágico.

Sólo ves la vida de color rosa, no le encuentras defectos a nada.

El mundo se torna perfecto, aunque cada día se vuelva un infierno, pero que importa?

Nada importa más que ese latir que sientes en tu interior, nada te hace sentir más importante que ese granito de arena que le está dando un nuevo giro a tu vida, ese amor que te transforma la vida.

Al principio todo es hermoso, te sientes invencible, te sientes como superhéroe.

Sientes el amor perfecto, la felicidad completa.

Piensas que ya nada será más importante que el amor que llega a tu vida y tú.

Que ya el mundo no existe, sólo ustedes dos.

Llueven las palabras bonitas día y noche, los pequeños detalles, la lista de las mejores canciones para dedicar.

Te vuelves poeta y doctor de tu propia filosofía, entregas el corazón sin tomar medidas.  

Así se la pasan todo el tiempo, como si el tiempo no transcurriera, como si se hubiese detenido el movimiento de la tierra.

Más tarde las cosas comienzan a tornarse opacas y frías, ya nada es igual.  Las noches largas de desvelo se vuelven recuerdos, las palabras sólo fragmentos de un buen momento.  Las atenciones se vuelven en olvidos y los sentimientos se evaporan como agua hirviendo.  ¿Qué es lo que ha pasado que el todo se vuelve nada? Damos paso al descuido girando la llave de la monotonía, dejando volar los bellos momentos y con ellos grandes recuerdos. Tal vez porque los sentimientos no son verdaderos, tal vez porque alguien más se ha robado tu lugar.

Si amas a una persona no gires la llave de la monotonía, cuídala y valórala porque algo tal valioso como el tiempo, no se le da a cualquiera sólo porque sí.  Si tienes un amor enséñale que en el camino del amor sólo vive el más valiente.  El que verdaderamente dá mucho sin recibir, el que en vez de girar la llave de la monotonía, la desprende de la cerradura y la echa a la basura, para vivir plenamente con el amor que a su lado crece con el deseo infinito de ser un amor eterno.