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martes, 15 de enero de 2013

El amor no mata vidas, pero sí apaga la luz de la felicidad y la esperanza

El amor no mata vidas, pero si apaga la luz de la felicidad y la esperanza...  

Cuando llega el amor a nuestras vidas, nos sentimos capaces de vencer el mundo con sólo un dedo.  Sentimos que nuestros sentidos florecen y nos volvemos invensibles.  Pensamos que todo en nuestro alrededor se vuelve sutil y perfecto, mas no somos capaces de mantener una conciencia firme sobre qué pasará mañana.   Cuando conocemos el amor, llegamos al límite de desconocernos a nosotros mismos y entregarnos olvidando hasta nuestra dignidad.  El amor te eleva, te hace fuerte, te alimenta y te sana cuando crees que nada tiene sentido en la vida, pero....  

Que sucede cuando ese sentimiento se nos escapa de las manos, nos abandona, y nos olvida?  Es ahí cuando tu mundo se derrumba.  Todo lo que solía ser perfecto se vuelve oscuro, es un infierno.  Te destroza la vida, te desangras, se abren las heridas que una vez el corazón selló.  Sientes como si tu alma agonizara a pesar de tener vida, tu cuerpo no resiste estar de pie, les pierdes el sentido a todo.  Lo peor es ver pasar el tiempo y creer que has logrado superar el daño de perder ese gran amor cuando en realidad, ese sentir sigue latente y el recordarlo te hace revivir momentos que con nadie más has logrado conseguir.  

Amar es un acto estrictamente serio que sólo quien sabe lo que quiere, puede hacer despertar y mantener a través del tiempo.  Se puede amar más de una vez, pero entregarlo todo hasta perder la razon,sólo se vive una vez y se llama amor verdadero.  

El amor no mata vidas, pero si apaga la luz de la esperanza porque despues de una fuerte desilusión,  y la pérdida de tu gran amor tu vida, tus pensamientos y confianza no vuelven a ser igual.  En nada ni nadie confias, entregarte a otro ser es un camino duro y dificil, solo hay en ti dolor y desesperacion...por lo que, creer una vez en el amor, es algo casi imposible.  

Si tienes un amor conservalo, porque no hay acto mas hermoso que dejar florecer ladulce y flamable llama de ese sentimiento único que conocemos cómo amor.