Frente al espejo me encuentro contemplando mi sonrisa, no sé
si es real, o una visión imaginaria, producto de mi interior. Lo que siento es grande, lo que siento es
verdadero, es como desprenderme de mi cuerpo y dejar mi alma viajar a favor del
viento. Despertar cada mañana suspirando
y sonriendo son alguna de las mil razones que tengo para vivir, para crecer,
ser invencibles y no caer. ¿Qué motivo
tengo yo para vivir como me siento? Tú
eres el motivo que me roba el aliento.
Eres mi motivo, razón para vivir, eres mi adrenalina pura, amante divino
de mí ser.
Mil razones tengo para irradiar mi amor eterno, aun mil más
para expresarte lo valioso que es tenerte.
Eres lo que necesito mi medicina del placer, cuantas cosas he perdido
por no perder tu ser. Eres mi motivo, mi
dulce palpitar, por ti vivo y muero no sé, se siente igual. Mi energía divina, mi esperanza de vida, no
me dejes sola ni de noche de día. Mil
razones tengo para darle color a mi vida, mil razones tengo para entregarte mi
alegría. Mi motivo eres tú, me llenas
por dentro me haces quererte, me haces amarte, me haces adorarte, me siento
invencible, me siento indomable sólo quiero ser las células que pasan por tu
sangre.
Quédate a mi lado, el mundo es nuestro no hay razones que
superen todo lo que has logrado llenar en mí, lo que he aprendido a expresar
desde que te conocí. Llegaste a mi vida
a abrir una puerta sellada, sacaste los clavos que bloqueaban del amor los
pasos. Hoy tengo razones para amar, para entregar mi alma, para ser feliz, y te
juro vida mía que te sostendré de mi mano por siempre, para juntos encontrar las
miles de razones que faltan para dejar claro que somos uno. Eres mi motivo, ese
que me tiene enamorada, me has robado el corazón, me has quitado el alma. Te amo más que nada y no lo puedo ocultar,
cada día me llenas el corazón de una manera inigualable y natural. Te amo como a nadie, no lo puedo evitar, y
aun después de la vida no te dejaré de amar.