De manera inesperada te paseaste por mi camino
como león sigiloso vigilando una presa
te veía ir y venir como vienen las nubes y el viento
y como la transparencia de lo inexistente te veía partir.
Lanzaste tus armas calculando mi distancia
y sin escudo me alcanzaste e impactaste mi alma.
No sé porqué, no se porqué, pero hiciste sangrar en la herida
sí, en la herida abierta que como cascada sangraba,
creyendo yo que estaba "sanada."
Fuiste tú como el ladrón en la noche, como un caza-fantasmas
te adentraste en mi vida como si no pasara nada
te volviste mi sentir, mi tormento, mi ilusión, mi enredo....
Una mirada sin oír palabras bastaban para sumergirme en la infinidad de tu misterio
me matabas, me matas, tu mirada me mata, me domina, me manipula
me debilita, me vuelve muda, enloqueciendo despacio,
agonizando muy lento. y ni hablar de tus labios que llevan el fuego
ese que quema como el infierno, el dulce veneno que envicia mis sentidos
que me gritan en silencio el error que he cometido,
pues ahora sin desearlos no vivo.
Que hiciste tú? Quién sabe, pero supiste como dar en mis debilidades
Que quisiste? Aun pregunto, pues aun no encuentro las respuestas que busco.
Misterio, deseo, sabor, y tristeza son mi condena a causa de tu existencia.
y entonces te quise, de la nada, sin motivos, así como quiere la locura
que no tiene explicación. y entonces te quise como si fuera para siempre,
como si no existieran límites entre los dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario